La rotura del manguito rotador es una patología muy frecuente en el hombro. La rotura puede ser tras un traumatismo o sobrecarga aguda, habitualmente en jóvenes, pero a partir de los 55 años existen roturas llamadas degenerativas, por el desgaste natural de los tendones del hombro que los deja más frágiles y pueden “desgarrarse” espontáneamente.
Las roturas degenerativas que cursan sin dolor ni limitación de la función ni de la fuerza, no precisan tratamiento alguno, pero si cursan con dolor o pérdida de la función si que deben ser tratadas
Tratamiento tendiditis hombro
¿En qué consiste este tratamiento? Las indicaciones de tratamiento son cuando la rotura del tendón se acompaña de dolor o limitación de la fuerza y movilidad. Si sólo cursan con dolor, la línea inicial del tratamiento es conservadora mediante un reposo relativo del brazo, evitando las actividades mecánicas de sobrecarga y todas aquellas que se realizan con movimientos repetitivos por encima del nivel de la cabeza. A esto, asociamos una tanta de tratamiento con analgésicos o/y antiinflamatorios durante unos 7-0 días para bajar la inflamación y controlar el dolor. De manera complementaria, a veces, el paciente debe realizar fisioterapia orientada al tratamiento de la inflamación (con ultrasonidos, onda corta, ondas de choque…) y para mejorar la movilidad si el hombro está limitado. Si los síntomas persisten, se realizan infiltraciones locales de anestésico y antinflamatorios para intentar un alivio más rápido del dolor y acelerar la recuperación. Si fallan todas las medidas de tratamiento conservador se puede tratar mediante una intervención quirúrgica, mediante técnica artroscópica. Si la rotura cursa inicialmente con pérdida de fuerza y de movilidad que no mejora tras controlar los síntomas dolorosos, se debe realizar también una cirugía artroscópica para suturar los tendones |
¿Qué objetivo tiene la técnica? La cirugía artroscópica de la rotura del manguito rotador consiste en suturar los tendones rotos en su posición anatómica con unas suturas de alta resistencia que permitan la cicatrización correcta del mismo y así que sea capaz el paciente de recuperar la fuerza y la movilidad perdida y sin dolor. A veces, hay que asociar una limpieza de todo el tejido inflamatorio alrededor de los tendones y realizar un procedimiento llamado descompresión subacromial o acromioplastia, donde se rebaja o “liman” los posibles estructuras óseas que puedan estar rozando con el tendón durante el movimiento y así evitar que irriten al tendón |
¿Cómo es la recuperación? Tras la intervención, el paciente debe estar inmovilizado con el brazo en un cabestrillo entre 4 y 6 semanas para permitir al tendón cicatrizar en su posición correcta antes de comenzar a sobrecargarlo, ya que la movilización precoz se asocia a un porcentaje de re-roturas muy elevado. Posteriormente el paciente comienza la rehabilitación y va ganando progresivamente movilidad y fuerza. Habitualmente la recuperación funcional tarda en recuperarse de manera completa hasta 9 meses. |